Experiencias de vida

5/01/2014 Unknown 0 Comments

Cuando tenía 30 años y llevaba un camino recorrido en el mundo de la publicidad hubiera apostado un millón de dólares negándole a cualquier persona que me dijera que yo iba a ser orientadora espiritual, a tener mi propio consultorio y a entender que mis experiencias con los ángeles se llamaban canalizaciones y las iba a utilizar para ayudar a otras personas. 
Hubiera apostado, no porque no sintiera en mi corazón un deseo inmenso de hacerlo, sino porque estaba completamente segura que no era capaz de lograrlo, que era una locura cambiar el rumbo de mi vida profesional 180 grados y que nadie me iba a entender esa decisión. ¡Le hubiera apostado un millón de dólares a mis miedos!
Y lo peor de todo es que hubiera perdido un millón de dólares, porque si fui capaz de lograrlo, no fue una locura cambiar mi vida y no solo me entendieron mi decisión, sino que la han apoyado y hoy en día he podido ayudar a muchas personas que necesitan respuestas, algo de luz en sus corazones y encontrar su propio camino espiritual.
Hay miles de motivaciones e ideas de corazón, que nos llevan a soñar con la vida ideal y pasamos mucho tiempo soñando, imaginando, creando en nuestra mente escenas que parecen inalcanzables. Para hacerlas realidad lo único que debemos hacer es darle "start" al botón de nuestros sueños y la película se va proyectando en la escena de nuestra vida con claridad poco a poco. Escribe tu guión, un paso a la vez y verás que todo se va dando en el momento y lugar perfectos. 
Yo empecé, tomando la primera decisión: "¡Jefe, renuncio!" y ese fue mi primer "start". Luego, me senté a llorar y me pregunté: "¿hice bien?", en ese momento, tome la segunda decisión: "como tengo tanto tiempo libre, voy a dejar que mi corazón hable"...y mi corazón me dijo: "hiciste lo correcto". Luego vinieron muchas dudas (algunos "stop"), me hacía más y más preguntas y dejaba que mi corazón hablara (otros "start"). Así logre hacer mi viaje a Houston, mi certificación de ángeles, mi consultorio, mi primer paciente, mi segundo curso, mi primera conferencia, ¡mi sueño!
Hoy en día, aún no puedo creer que lo logré, pero sí puedo decirte con certeza que ya no le apuesto nunca más a mis miedos. Dale un primer "start" a tu vida y deja que tu corazón hable y te sople el siguiente paso, seguro los ángeles estarán felices de ayudarte también.
 


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